situación y los de afuera tienen la crisis como su mejor apuesta.Si el régimen se debilitará más, cuando el doctor Fernández está a punto de anunciar que buscará la repostulación por el cuatrienio 2008-2012, el único beneficiario sería el flamante candidato del PRD, ingeniero Vargas Maldonado, proclamado el sábado.
La paradoja es que el supuesto debilitamiento del régimen, debido al desgaste natural, a numerosos reclamos, a la fortaleza comprensible de la oposición principal, en apariencias podría ser el beneficio del contrincante interno Danilo Medina.
La creciente impresión de que Vargas Maldonado solamente tendría un buen chance de ganar las elecciones del 2008, si el presidente Fernández no se postulara y en su lugar se presentara Medina, debilita cada día las posibilidades del retador peledeísta.
Fernández, quien disfruta de un respaldo considerable en las filas de su partido para la postulación, con el aval del auspicio constitucional, según las encuestas, tiene como desventaja que su retador no termina de tirar la toalla.
Lo mismo hizo la aspirante presidencial perredeista Milagros Ortiz Bosch, a quien las encuestas pusieron siempre en un distante segundo lugar frente a Vargas Maldonado. Ella arriesgó “por los principios” su carrera y se sabe cuál fue el resultado.
En la víspera de aceptar su postulación por el PRD, en la asamblea de los delegados el sábado en el palacio de los deportes, Vargas Maldonado expresó su aspiración de que los seguidores de Ortiz Bosch se integrarán a su campaña y pidió “una integración real”.
Esos seguidores, agrupados en la Corriente Unitaria, tardaron más de lo esperado por los perredeístas en declarar su apoyo a la campaña y cuando lo hicieron, algunos reclamaron al parecer una parte en un eventual régimen del PRD.
Se diría que la “integración real” es muy difícil. A los ex aspirantes presidenciales Emmanuel Esquea y Virgilio Bello Rosa, los más distantes del anterior régimen, les convendría más un triunfo de Fernández que uno de Vargas Maldonado.
Ambos (Esquea y Bello Rosa), por estilo y comprensión de los problemas nacionales estarían más cerca del presidente Fernández que del proclamado candidato del PRD, un hombre de negocios más que político. En el 2012 los dos podrían pretender reavivar sus aspiraciones.
Se diría que el régimen y el doctor Fernández tienen tantas reclamaciones y tantos pescadores en mar revuelta dispuestos a defender sus intereses, que pudieran existir razones para temer, sobre todo a eventualidades que no puedan ser controladas.
El daño está hechoNo pocos creen que el daño está hecho al insistir el retador Medina en su pretensión de conseguir la nominación presidencial en un partido que como el PLD, siempre siguió las orientaciones rígidas de su fundador el profesor Bosch.
Las consecuencias de ese reto han sido debilitar la disciplina del partido, crear dudas respecto a su liderazgo, animar la disensión pública sobre cuestiones fundamentales del gobierno y poner en riesgo el poder retar a Fernández, aunque él gane abrumadoramente la venidera convención, como aseguran sus estrategas, ha sido una temeridad de Medina, siempre de acuerdo a esos asesores, pero sobre todo un desafío no exento de peligros.
Las críticas de Medina han coincidido con las de tradicionales “tiradores” que se opondrían a cualquier gobierno, pero también con todo el que tiene algo que reclamar y los que quieren privilegios e incentivos como los empresarios y conductores.
Los industriales quieren incentivos que los “protejan” de los efectos del recién establecido DR-CAFTA, que según temen les acarreará dificultades. Para ellos sería lo ideal volver al régimen de incentivos que estableció el balaguerismo en 1966.
Pese a los supuestos temores, el martes pasado se publicó un estudio empresarial establecía que dos de cada tres empresas grandes, medianas y pequeñas están en capacidad de competir de manera efectiva en el marco de ese tratado.
Los empresarios del sector transporte quieren lo mismo, que llaman “subsidios”. Para ello han anunciado un proceso de movilización nacional que comienza hoy lunes y que, de tener éxito dañaría la reputación nacional e internacional del régimen.
Con una Policía en proceso de mejoramiento pero que utiliza todavía las armas de fuego para contener las manifestaciones, un proceso de movilización nacional podría tener serias consecuencias.
Si el régimen del doctor Fernández complaciera a los industriales y a los empresarios del transporte, de los traspatios, orilla de los ríos, de los asilos de ancianos y de los orfanatos saldrían a exigir, con mayor razón, subsidios e incentivos para comer.
La única conveniencia que pudiera tener para el régimen, la aparente conflagración cívica que se busca, es que haría ver claro a los peledeistas el peligro de que su régimen pierda el favor del público, lo que dañaría a uno y a otro, Fernández y Medina.
El espíritu de oposición abarca tantos aspectos como para que el régimen no pueda salir completamente ileso. Los empresarios del transporte esperan conseguir apoyo entre los médicos, enfermeras y asalariados en general que piden aumentos. Mansos y cimarrones están en coincidencia para una huelga general.
Las quejas se han ido al extremo. Por ello el presidente del Colegio Médico Enriquillo Matos pidió que sea aplazado el uso de los alcoholímetros, unos medidores cuya aplicación lo primero que haría sería reducir el consumo de bebidas por parte de los conductores y chóferes y por tanto las muertes debido a accidentes.
EXTRAIDA DEL PERIODICO LISTIN DIARIO
